No pienses, solo sigue el camino marcado
por Jonathan Becedas
Arterias de asfalto
oxigenando los órganos del capitalismo,
repletas de glóbulos de gasolina
que replican su día a día
con cada respiración,
exhalando bruma y enfermedad,
generando riqueza ⏤para otros⏤,
moviendo la rueda inexorable
de los minutos vacíos y sin sabor.
Ahí también estoy yo…
programado para matar
mi tiempo, mi existencia:
combustible de una máquina
que controla otro.
Publicidad en el altavoz,
publicidad en los carteles del arcén,
publicidad en otros glóbulos de gasolina:
no pienses, solo sigue el camino marcado:
todo está prohibido,
es obligatorio
y está lleno de peligros.
Junto a la cerca del resto del ganado
mi tarjeta pone en verde
la lucecita que abre la puerta
hacia mi celda,
como cada día…
Doce horas después se abrirá,
tras ganarme el aliento.
Antes, durante y después
me dicen los demás con sus ojos vacíos:
no pienses, solo sigue el camino marcado,
porque es el correcto;
ya piensan otros por ti.